Pequeñas esculturas de peces con un tono dorado han aparecido este fin de semana en diferentes espacios del Casco Histórico de Toledo. Al igual que los cerditos de escayola colocados por distintos rincones el mes anterior, estos peces están numerados en una serie que alcanzaría las 777 piezas.
Sin haberse descubierto todavía el enigma de los mencionados cerditos, el Ayuntamiento de Toledo ha afirmado desconocer quién o quiénes pueden ser los autores de la elaboración y colocación de estos peces que se han podido ver por el Teatro de Rojas, la Puerta de la Catedral o incluso en escaparates de comercios.
La concejal de Turismo, Rosana Rodríguez, ha agradecido "mucho la iniciativa" ya que noticias como esta son "portadas de telediarios y aparecen mucho en las redes", con la consecuente publicidad de la ciudad de Toledo. "Es bonito, le da un aire mágico y de sorpresa", ha manifestado a preguntas de los periodistas en rueda de prensa.
Asimismo, ha dejado claro que aunque le parece de "un gusto exquisito" esta acción, el Consistorio "no está detrás" de la misma, de la que también desconoce si se trata de una intervención artística u otro tipo de acción ya que, por ejemplo, uno de los peces ha aparecido con un cartel que hace referencia a la leyenda que gira en torno al pez dorado que se puede ver en el transparente de la Catedral de Toledo, según recordaban también en publicaciones en las redes sociales.
"... Y entonces, cuando el ángel que sobre nosotros vuela suelte el pez dorado que con su mano porta,se iniciará la caótica caída de la ciudad de Toledo, hundiéndose sobre si misma, arrastrando así sus casas, ciudadanos y habitantes...", se puede leer en dicho cartel.