Continuamente se habla de la necesidad de vivienda en Toledo. Se planificó un POM inflado, desmesurado, y así se les quiso hacer ver, “pero no hay mayor ciego que el que no quiere ver”.
Después de años volvemos a partir de cero para un nuevo POM, se sigue diciendo que es muy necesario para tener suelo urbano para construir, ¿cierto o incierto? En gran parte incierto. En el Polígono hay todavía mucho suelo para cubrir esta necesidad de vivienda y no vale el soniquete de por qué tiene que ser en el Polígono, pues las razones sobran y son contundentes.
¿Acaso el Polígono no es Toledo? Lo es, y por tanto si en Toledo hace falta vivienda en el barrio, hay suelo urbano y además con las infraestructuras y servicios necesarios, ¿entonces por qué agrandar la ciudad por otros lados sin infraestructuras ni servicios que lo único que hace es aumentar los impuestos y costes de servicios?
Pero a lo anterior hay que añadir que vivir en el Polígono (sin detrimento de otros lugares) ha alcanzado un nivel de comodidad y de accesos a servicios muy elevado, y con la apertura del Nuevo Hospital ha roto definitivamente con ciertos e inexistentes tabúes. Las diferentes encuestas dan como resultado que la elección del barrio como posible residencia es muy mayoritaria.
En la actualidad hay una demanda de enorme crecimiento para alquiler y compra de vivienda en el barrio. Esto ocurre cuando la propiedad de todo el barrio es de la Junta de Comunidades, y para más inri la propia directora general de Vivienda vive aquí. La obcecación de no sacar suelo, es decir, la enajenación o venta de parcelas para construcción, pasa por ser un error que está llevando a la elevación de precios de venta de segunda mano por encima de la realidad de producción de una vivienda y a la subida de alquiler. Reitero que no se puede comprender que la Junta, que tenía un acuerdo verbal con la asociación de vecinos desde hace tres años de sacar suelo, se enroque de esta forma en tener sujeto todo el suelo.
Pero además extraña cuando hay empresas que están solicitando suelo, que todo lo que han construido lo han vendido de inmediato y tienen lista de espera por si construye más. A esto deberíamos de añadir que sería bueno en la realidad actual para crear puestos de trabajo, idea a la que siempre alude la administración en diferentes actos.
Por tanto queda claro que sería muy positivo por diferentes aspectos sacar a licitación la venta de parcelas para vivienda en el barrio, de forma progresiva y escalonada, según se construya y se vayan vendiendo.
Aunque hay posiciones lógicas que argumentan que hay viviendas cerradas, en tanto estas viviendas no se movilicen y tengamos todo el marco jurídico y garantista para que todas las partes se convenzan para ponerlas en mercado, no es malo construir de forma escalonada y contenida los diferentes espacios del barrio, porque hay otra razón de mucha fuerza, definitiva: todo el barrio está diseñado con sus parcelas para viviendas, servicios públicos, servicios terciarios.
El barrio hay que completarlo, pues cuando lo esté, administrativamente funcionará como unidad urbanística así diseñada, ayudando a una mejor financiación municipal y aumentando el aprovechamiento de servicios municipales.
¿A qué esperan Junta de Comunidades y Ayuntamiento?