La Asociación Cultural Cuéntame Toledo no ha resistido la caída del turismo en la capital regional y ha ejecutado un ERE a la totalidad de la plantilla, de 13 trabajadores. Ante esta situación, el sindicato de CCOO ha demandado “la improcedencia” de los despidos de ocho trabajadores, los guías oficiales, y reclama “unos 7.000 euros de media” por cada uno como indemnización a pesar de que la asociación cifra la media en 2.000 euros.
Creada en el año 2008 con el objetivo de “recuperar el rigor histórico y el respeto a la ciudad de Toledo en la divulgación de su patrimonio” mediante la realización de rutas turísticas y la promoción de la cultura en la ciudad, según recoge la página web de la ya disuelta asociación, Cuéntame Toledo ha puesto fin a su actividad tras los agravios generados por la pandemia de la COVID-19 y las dificultades para hacer viable el mantenimiento de sus trabajadores.
El sindicato de CCOO difundió este pasado fin de semana un comunicado en el que apuntaba que serán ahora los juzgados de Lo Social los que fijen la cuantía de las indemnizaciones y quién debe hacerse cargo de su abono. En este sentido, la responsable del sector de logística de CCOO en Toledo, Mamen Trujillo, aseveró que la pandemia “ha puesto al descubierto la endeble e inadecuada estructura y la pésima gestión patronal de esta entidad”.
“Ajena a las exigencias legales sobre reservas y provisiones a las que sí están obligadas las empresas, sea cual sea su forma societaria, ha venido empleando personal y desarrollando una lucrativa actividad mercantil incurriendo a nuestro entender en muchas irregularidades en su faceta de empleadora”, agregaba la representante sindical.
Ante estas acusaciones, la otra parte de los trabajadores afectados y miembros de la Junta Directiva de la asociación hasta su extinción, explican que desde el pasado mes de marzo Cuéntame Toledo ha registrado pérdidas de hasta 50.000 euros y que, a pesar de los intentos por salir adelante en los meses de julio y agosto, la escasa actividad turística y los gastos fijos que tienen, “unos 4.000 euros sólo en impuestos cada trimestre a lo que hay que sumar costes sociales, inversión en publicidad, gastos fijos,…”, han “agotado los fondos” y “lamentablemente” no se han podido amortizar las indemnizaciones de ningún trabajador. “Tampoco las nuestras”, agregan.
Además, estos trabajadores -cinco de los trece que componían la plantilla-, los que más contacto tenían con la evolución de las reservas y de las previsiones e ingresos, aseguran que “hasta la crisis de la COVID, Cuéntame era la agencia con mejor estructura y gestión de toda la ciudad, con empleo estable y en crecimiento y con las mejores condiciones laborales y de mercado. Ha sido la crisis y los costes laborales, las pérdidas acumuladas y la incertidumbre ante el futuro lo que ha acabado con el proyecto”, indican al tiempo que resaltan que “antes de la crisis ninguno de los trabajadores de Cuéntame había necesitado reclamar mejoras laborales porque se les concedían todas”.
Ejecución del ERE
Respecto al ERE ejecutado, la representante de CCOO indica que la plantilla de Cuéntame Toledo estuvo en ERTE “por fuerza mayor durante el estado de alarma, por lo que se benefició de las consiguientes exenciones de cuotas a la Seguridad Social establecidas en el Real Decreto de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social de la COVID-19”. “Pero ese mismo Real Decreto prohíbe a las empresas beneficiadas por tales exenciones, ejecutar despidos o EREs extintivos por causas económicas, productivas y de organización durante los seis meses posteriores a la reanudación de la actividad”, señala Trujillo.
Por su parte, los antiguos miembros de la Junta Directiva consideran que el ERE se ha hecho “de la manera más correcta posible” y que la quiebra de la asociación está “perfectamente demostrada”. “No solo es que haya nueve meses de pérdidas, es que las previsiones futuras son peores”, subrayan.
Otras reclamaciones de los guías turísticos
El sindicato de CCOO señala que los ocho guías turísticos que trabajaban en esta asociación reclaman “otras cantidades derivadas de la incorrecta aplicación del convenio colectivo” ya que, añade Trujillo, "se les contrataba y publicitaba como guías turísticos pero se le pagaba como monitores de campamento". “Y, en varios casos, otras cantidades más por impagos salariales correspondientes a los meses de julio, agosto y septiembre, periodo en el que, tras el estado de alarma, Cuéntame Toledo intentó en vano reanudar la actividad incorporando del ERTE a parte de la plantilla”.
Sin embargo, la otra parte de los trabajadores de la asociación recalca que desde su creación, la asociación ha querido que “sus trabajadores estuvieran en las mejores condiciones laborales posibles”. “El sueldo era de 1.600 euros al mes, los mejores de la ciudad en este sector, las políticas de conciliación familiar y personal llegaba al punto de hacerles un horario a medida de sus necesidades vitales, darles más días libres de los que les correspondían cuando tenían algún evento o problema personal o reducir su jornada laboral a una media de cuatro horas al día, en lugar de las casi ocho horas que tenían estipuladas por contrato”, agregan al tiempo que indican que tras el ERTE “era imposible mantener las mismas condiciones” que tenían los empleados antes del inicio de la pandemia.
“Nos han limitado aforos, el turismo no ha venido y se ha seguido perdiendo dinero. Se invirtió en publicidad -tras el ERTE- con vistas a reflotar la asociación porque parecía que sí habría de nuevo turismo pero no ha sido así. Nosotros no sólo hemos perdido un trabajo: hemos perdido nuestro proyecto de vida”, lamentan los antiguos miembros de la Junta Directiva tras la quiebra de esta asociación.