Nuestra ciudad no está siendo ajena a la situación de crisis económica en la que está entrando nuestro país, según podemos comprobar por los datos de paro. Esta pandemia ha demostrado, a aquellos que dudaban de cual era la estructura económica de la ciudad, que Toledo depende en un alto grado del turismo. Este sector era el motor fundamental de nuestra actividad económica y así se puede comprobar si paseamos cualquier mañana por el Casco Histórico donde podemos ver calles semivacías, tiendas de toda la vida con el cierre echado, carteles de se traspasa o se alquila… Castigados a impuestos, tasas, otros gastos y reducción drástica de ingresos, hace que negocios habituales hayan decidido cerrar. Estos negocios no son inmuebles, estaban formados de trabajo, ilusiones y sueños de miles de toledanos que ahora se sienten desamparados, y que se han visto abandonados durante los meses muy duros de la pandemia por Tolón y su equipo.
La última semana de agosto hubo un pleno en el que Tolón y su Equipo de Gobierno presentaron una moción que suponía una sumisión de la ciudad al sanchismo más radical. No era necesario este Pleno, puesto que Tolón podía entregar a Sánchez casi 30 millones del dinero de todos los toledanos a través de un Decreto de Alcaldía. Pero la alcaldesa tenía un plan con dos aristas. La primera, la de ganar puntos para seguir ascendiendo en el escalafón de Ferraz, haciendo un reconocimiento público de lo bueno que es su jefe, sus políticas y lo necesario que era entregar ese dinero de los toledanos, dinero que sale de los bolsillos de los vecinos a los que lo único que hacen los gobiernos de izquierdas es subirles los impuestos año tras año como hace el PSOE y Tolón en Toledo. Con esta entrega voluntaria, perdía Toledo y los toledanos. Le daba igual. Lo primero era su ambición política.
La segunda arista de su plan era una vez más hacer la oposición al Partido Popular en el Ayuntamiento. Sin estar acordado en la Junta de Portavoces, Tolón tomó la palabra al final del pleno, sin dar opción a réplica, para regañar a los concejales del PP, haciéndonos responsables de los males de la ciudad y acusándonos de irresponsables por votar a su rendición a los pies de Sánchez al entregarle estos fondos. Lo de regañar a su equipo ya es de todos conocidos en la ciudad, pero que cierre un Pleno para reñir a un grupo político que intenta trabajar por esta ciudad y que defiende sin insultos, ni subidas de todo o desprecio a otros grupos sus propuestas, raya el esperpento político de la capitana de un barco sin rumbo, sin argumentos y sin ideas para hacer despegar a nuestra ciudad. Que su equipo le permita que le regañe como si fueran niños pequeños es algo en lo que no voy a entrar, pero de ahí a intentar tratarnos a todos por igual, no.
Este Pleno y las declaraciones faraónicas de Tolón han quedado en agua de borrajas y ella ha quedado como se dice popularmente como Cagancho en Almagro, ya que el jueves pasado triunfó el municipalismo y el bipartito de extrema izquierda PSOE-Podemos recibió su primera derrota en el Parlamento. Se ha podido comprobar que esto de entregar los remanentes municipales, para que Sánchez los gastase o cubriese los agujeros que su política ideológica radical está desarrollando desde el Gobierno, no era una idea loca y descabellada de los concejales del Partido Popular en Toledo.
Lo sucedido en la votación del jueves deja más sola que nunca a Tolón, aun más cuando a nivel nacional ha habido reuniones y acuerdos de muchos alcaldes de toda España, de todos los partidos políticos, incluso muchos del propio PSOE, que estaban en contra de lo que planteaba Sánchez.
Esta imagen de aislamiento y radicalidad que se empieza a ver desde el despacho de la Alcaldía de nuestro Ayuntamiento es preocupante ya que se está viendo que Tolón ha tomado la decisión de buscar su salida política para dentro de tres años, en lugar de tener una dedicación exclusiva en nuestra ciudad. Esto provoca que no tenga grandes proyectos de ciudad, es más, en los últimos 13 años de gobierno del Partido Socialista en Toledo, es muy difícil encontrar alguna obra o inversión importante de la que se acuerden los ciudadanos. Es más, tienen parados la Casa de la Juventud y el Quixote Crea, y el Hospital Universitario ya veremos cuando se abre después de 20 años desde la primera maqueta presentada por Bono, o las decenas de promesas electorales, propuestas aprobadas por los vecinos en los Consejos de Participación o acuerdos de Pleno, que siguen durmiendo en los cajones de la señora Tolón sin intención de ser cumplidos.
Desde el Partido Popular seguiremos tendiendo la mano para llegar a los máximos acuerdos posibles, más ahora con las consecuencias económicas que está provocando la pandemia. Por ello, estaremos si cabe más pendientes de que las medidas que se desarrollen desde el Equipo de Gobierno sean las encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los toledanos, supongan una reducción de impuestos a familias y empresas, mejoren los servicios y escuchen a los vecinos para desarrollar las inversiones necesarias en sus distritos. Ahí nos van a encontrar a favor, pero claramente en contra de todas aquellas acciones que sean para la foto, promoción o culto de la señora Tolón. La Alcaldía de Toledo no está para hacer una campaña política personal de Milagros Tolón a costa de los intereses de la ciudad ni de los toledanos.