'Yacente', la recién inaugurada escultura de Rafael Canogar en homenaje a las víctimas de la COVID-19, ha sufrido un acto vandálico. La obra, que está instalada en el paseo de Recaredo desde el pasado sábado, ha sido rayada con la palabra 'sinvergüenza' (aunque sin diéresis).
A preguntas de los medios en rueda de prensa, la alcaldesa, Milagros Tolón, ha apelado a la responsabilidad de la ciudadanía para proteger "el patrimonio", que es "de todos". "Tenemos unas medidas de seguridad para protegerla", ha dicho, aunque no ha indicado que vaya a instalarse una cámara de videovigilancia al igual que se hizo en el entorno en el que se ubica la escultura de Federico Bahamontes.
Asimismo, ha adelantado que la obra de Canogar se iluminará "no por el acto vandálico sino para ponerla en valor". La escultura tiene unas dimensiones de tres por tres metros y una altura que alcanza los cuatro metros si se tiene en cuenta la peana sobre la que se sustenta. La escultura está realizada en acero cortén y tiene un peso de dos toneladas y media.