Con el final de la Navidad, Castilla-La Mancha regresa a la situación anterior en la que se encontraba antes de estas fiestas. Llega a su fin la aplicación del decreto especial que el Ejecutivo regional aprobó para relajar las medidas contra el coronavirus y mediante el cual la región ha permanecido abierta para poder visitar a familiares y allegados entre el 23 y el 6 de enero, junto con la flexibilización de diez personas como máximo de personas reunidas en los hogares. Esta comunidad autónoma mantiene así su confinamiento, aprobada desde el pasado 30 de octubre.
Según confirman a elDiarioclm.es fuentes del Gobierno regional, esta noche a las 00.00 horas regresa el cierre perimetral que restringe la movilidad y que puede llevarse a cabo debido al vigente estado de alarma en el país. De nuevo, solo se podrá salir de la región por motivos laborales, por servicios esenciales o por cuidados familiares y otras causas de fuerza mayor debidamente justificadas.
No obstante, debido al repunte de nuevos casos de COVID-19 que se han registrado en Castilla-La Mancha durante el Puente de Nochevieja y ante posibles aumentos tras la celebración del Día de Reyes, en el Gobierno regional no descartan aprobar otras medidas adicionales para contener la propagación del virus.
La comunidad autónoma se encuentra actualmente, en su totalidad, en nivel 2 de alerta, dentro de las restricciones que marca el Ejecutivo autonómico. Implica, entre otras muchas medidas, el cierre de hogares de jubilados y centros colectivos, la supresión del servicio de barra en todos los bares y restaurantes, y un aforo del 50% en estos espacios.
Estas restricciones afectan a toda la región menos a la veintena de localidades que permanecen en nivel 3, entre ellas capitales provinciales como Albacete y Ciudad Real, en las que siguen cerrados los interiores de los bares, así como cines, teatros y todo tipo de actividades culturales. En las localidades con esta alerta, están prohibidas las reuniones de un número mayor de 6 personas, en caso de no pertenecer al mismo grupo de convivencia estable.
Ahora, el Gobierno castellanomanchego sigue pendiente de la evolución de los datos, que cerraron el año con más de 1.000 contagios diarios de COVID-19, mientras sigue avanzando en los procesos de vacunación en residencias de mayores, para intentar elevar su bajo porcentaje de vacunas aplicadas.