Los catalanes Love of Lesbian regresan en la cúspide de su carrera este sábado a Toledo en un concierto en el que se espera un lleno absoluto, lejos de lo ocurrido hace ahora 20 años cuando en Talavera de la Reina la banda, aún con repertorio sólo en inglés, dio un bolo ante un público de sólo dos personas.
Santi Balmens, la voz de la banda, ha rememorado en entrevista con Europa Press la cita, y confiesa qué le diría a su yo de hace dos décadas: "Mira chaval, todas tus rarezas, las que querías ocultar, precisamente cuando las saques a relucir, será cuando te irá bien".
En conversación imaginaria con el grupo de hace 20 años mantiene más premisas, y les diría, además, que cantar en una lengua que no es la materna limita "de forma brutal" la creatividad.
"La segunda cosa que me diría a mí y al resto de la banda es que, por favor, nos tomáramos más enserio. No empezamos a tomarnos en serio hasta 'La Noche Eterna' (Warner, 2012). Ni siquiera en '1999' (Warner, 2009) éramos una banda que nos tomábamos en serio", asegura.
Los conceptos repetidos y el psicólogo de sí mismo
Sobre 'Viaje épico a la nada' (Warner, 2021), el trabajo recién estrenado que presentarán este sábado en Toledo, el vocalista de Love of Lesbian ha admitido que, si bien parte "de la premisa del enfado", avanza en un proceso "inconsciente de escribir dando rienda suelta a lo que es una necesidad por expresarse de manera libre".
"Luego me doy cuenta de que aparecen ciertos conceptos a lo largo de las canciones que se van repitiendo y voy haciendo de psicólogo de mí mismo. Estoy intentando plasmar la necesidad de dar pasos hacia adelante. Es la premisa del disco y estoy seguro de que tiene relación con una situación real que vivimos dos años antes de grabar el disco", ha reconocido.
En este sentido, ha abundado en que la foto fija que supuso el pistoletazo de salida a la creación artística de este último trabajo estaba circunscrita en un contexto de necesidad de solucionar conflictos dentro de la estructura del propio grupo. "Teníamos necesidad de cambio, muchos problemas, casi juicios, algo duro, que duele... y nos tuvimos que hacer fuertes en nuestra postura, resignarnos. Todo esto genera una frustración enorme y una claustrofobia bestial. A partir de ahí, lo que hicimos fue tirar adelante a través de lo único que sabemos hacer bien, que es música", ha añadido.
En todo caso, asegura que el disco es "optimista" con un horizonte fijado en "un punto de esperanza". Si bien el primer tema homónimo al disco "habla de la desaparición de un amigo" en un inicio "desolador", es la "esperanza" la que acaba por abrirse paso a lo largo de las 12 canciones para "ganar la batalla" y rematar el álbum "en un sitio muy plácido".
Esa desaparición que sirvió de musa para el punto de partida del disco gira en torno a un amigo de la juventud, "de esas personas que se te quedan marcadas".
Tras un tiempo sin contacto, la noticia de su muerte llegó de repente. Por ello, asegura incluso que la canción y su significado es casi "un auto reproche". "Él decidió lo que decidió y se le respeta. Es un tema que cada vez que tengo que cantarlo, me cruje algo por dentro".
Dar más peso al instinto frente a la razón
Retomando uno de los versos del disco, Balmes se pregunta "qué podría pasar si te dejas llevar por el instinto en lugar de la razón", un soplo casi surgido de su inconsciente.
"Creo que a veces el instinto lo vamos matando a medida que va pasando el tiempo y es bastante clave para huir del circuito cerrado. A veces pienso en obligarme a hablar con 10 personas que no conozco al día. ¿Qué pasaría después de un año? Me angustia ese circuito cerrado", asevera.