"Tengo claro que mi lucha no acaba aquí, aunque sea absuelta voy a volver a denunciar a este señor por abusos sexuales a mi hija", así se ha pronunciado la madre talavera Susana Guerrero tan haberse enfrentado este jueves a un nuevo juicio por un presunto delito de "desobediencia grave" por el que la Fiscalía pide un año y medio de prisión tras considerar que incumplió el régimen de visitas de su hija al padre de la misma.
En dicho juicio, Guerrero, que se ha derrumbado ante la magistrada que instruye la causa, se ha defendido de la acusación de no haber permitido que su hija menor -de 12 años- tuviera las visitas que le corresponden a su padre biológico, condenado en 2008 por violencia de género y al que la madre talaverana acusa de ser "un pederasta" y "un depredador sexual".
"Pocas veces me he derrumbado. No quiero que dicte -la magistrada- con el corazón sino con la justicia y la ley", explica a eldiarioclm.es Susana Guerrero, que afirma haber tenido este jueves las mismas sensaciones que tuvo hace dos meses cuando fue absuelta por la misma magistrada de una denuncia falsa y simulación de delito que el padre de su hija le interpuso tras denunciarle ella por presuntos abusos sexuales a la hija de ambos.
En este sentido, manifiesta haber vuelto a sentir "humanidad y empatía" por parte de la magistrada. "Me he sentido escuchada, algo que en tantos años de lucha no he vivido. He mirado a la sala a ver si había alguna cámara oculta, es surrealista", narra Susana Guerrero sobre su intervención en el juicio al tiempo que insiste en que "jamás" ha incumplido el régimen de visitas ya que, a su juicio, lo que ha hecho es "protegerla de un pederasta".
"De hecho, lamentablemente, a veces pienso que tenía que haber protegido más a mi hija. Me costó entender que había sido víctimas de abusos sexuales. Desperté cuando mi hija me lo contó", apunta la madre, que recuerda que si no hubiera llevado a cabo las denuncias por los supuestos abusos sexuales a su hija por parte de su padre habría incurrido "en un delito de omisión".
Así, Susana Guerrero opina que el padre "ahora no tiene escapatoria, se tiene que enfrentar con el relato de su propia hija" tras haberse archivado anteriormente otras denuncias por presuntos abusos hacia la menor. Abusos que, afirma, cometió el padre contra ella misma cuando tenía "12 o 13 años", fruto de los cuales nació también la niña.
"Hay que empatizar para impartir justicia"
La madre talaverana, que pide la absolución contra este presunto delito, indica que quiere "depositar un poquito de confianza" en la actual magistrada que instruye la causa, de quien afirma que "ha llegado hace poco tiempo" al juzgado de Talavera. "A veces hay que empatizar para impartir justicia", agrega Guerrero, que detalla que dicha jueza ha podido conocer la versión de su hija sobre los presuntos abusos sexuales cometidos por el padre, sobre lo que afirma que existen "informes que así lo demuestran".
Asimismo, Guerrero muestra su descontento por que se le haya citado en ocasiones como expareja del padre. "Este señor lleva más de 30 años casado con su mujer, no ha sido mi pareja, ha sido mi depredador sexual", recalca la madre talaverana que, aunque no tiene antecedentes penales, considera que si la sentencia es desfavorable podría entrar a prisión "por cualquier minucia o historia" de otras causas abiertas contra ella.
"De madre he pasado a ser superviviente, y luego activista", apunta Guerrero sobre las experiencias que ha tenido a lo largo de su vida en torno a la historia con este hombre que, asevera, "ingresó en prisión por pederastia". "No era capaz de ver lo que hacía conmigo, me secuestro de centros, me violó... ha habido impunidad de todas las instituciones", subraya la madre, que ahora también se dedica a dar ponencias en torno a la pederastia.
"Estoy en un proyecto en el que quiero empezar a dar charlas en los colegios con los niños para que puedan identificar cuando se cometen abusos sexuales también en la familia", detalla Guerrero, que lamenta que la ley siga "castigando a las madres que deciden proteger a sus hijos" ante situaciones de violencia sexual a menores.
En este sentido, arremete también contra los medios que tratan su caso como violencia de género. "Es un caso de pederastia, a mí me violó", recalca la madre talavera, que ha recordado que el padre de la menor está "imputado por presunta agresión sexual contra ella y presuntos abusos sexuales hacia su hija".