El Índice de Precios al Consumo (IPC) se mantuvo en abril en Castilla-La Mancha en relación con el mes anterior, mientras que la tasa interanual aumentó un 10,4%, según ha informado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recoge Europa Press.
A nivel nacional, el IPC bajó un 0,2% en abril en relación al mes anterior y recortó su tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 8,3%, por el abaratamiento de la electricidad y las gasolinas.
El pasado mes, el IPC subió en tres provincias de Castilla-La Mancha y bajó en las otras dos. Liderando este incremento se encuentra Cuenca, con un aumento del 0,2%, seguida de Ciudad Real y Toledo, con una subida del 0,1%. Por contra, en Albacete bajó un 0,1% y en Guadalajara un 0,3%.
En términos interanuales, Toledo encabeza el incremento en tasa interanual, con un 11,5%, seguida de Ciudad Real y Cuenca, donde ha subido un 10,3%; Guadalajara, con un 9,8% y Albacete con un 9,6%.
Por grupos, el que más subió fue el de Vestido y Calzado, que se encareció un 9,2%; seguido de los Alimentos y bebidas alcohólicas, que subieron un 4,2%; Menaje, con un 1,5%; Ocio y Cultura, con un 1,4%; Hoteles, cafés y restaurantes, con un 1,2%; Otros, con un 0,7%; Bebidas alcohólicas y tabaco y Comunicaciones, ambas con un 0,5% de subida; y Medicina, con un 0,1%.
De su lado, el precio de la Vivienda descendió un 7,4%, y el del Transporte un 5,1%. Mientras, los precios de la Enseñanza se mantuvieron.
CCOO: “Es urgente subir salarios y recuperar cláusulas de revisión en los convenios”
El mes de abril deja una bajada de los precios de -1,3 puntos en Castilla-La Mancha en variación anual (10,4% frente al 11,7% registrado el mes anterior), según ha recordado hoy el sindicato CCOO que apunta que, pese a ello, la inflación continúa“ muy elevada, con importantes subidas de precios en bienes y productos básicos que afectan a las economías familiares” y cree que es “urgente” tanto subir los salarios como recuperar las cláusulas de revisión salarial en los convenios colectivos.
Castilla-La Mancha, recuerda el sindicato, está “a la cola en materia de salarios, quienes ganan menos no llegan a los 8.400 euros anuales de media” y a eso se suma que sigue teniendo la mayor tasa de inflación de todo el país.
“Es evidente que las empresas tienen la posibilidad de repercutir el aumento de los costes sobre los precios al consumo -los datos de la inflación así lo corroboran- manteniendo así sus márgenes de beneficio, pero las personas trabajadoras no tienen esta posibilidad”.
A ello se añade que cuando la inflación se resitúe en niveles normales -se prevé que volverá a rondar el 2% a finales de este año o comienzo de 2023-, “dudamos mucho que los precios bajen de forma proporcional”, señala la secretaria regional de Acción Sindical de CCOO CLM, Nunzia Castelli.
Cree que eso se traducirá “inevitablemente en un incremento de los excedentes empresariales que se produce a costa de los salarios, ya muy bajos y muy afectados por la erosión de su poder de compra, en un contexto donde las empresas ya han recibido importantes ayudas económicas tanto en relación con la financiación de los ERTE (más de 40 mil millones a nivel estatal) y con los fondos europeos de recuperación”.
En este escenario, Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha insiste en que la subida de los salarios es “una necesidad, porque la clase trabajadora no puede ser una vez más la que pague las consecuencias de una crisis que no han generado”. Así lo va a trasladar el sindicato en las mesas de negociación de los diferentes convenios colectivos, planteando incrementos mínimos de referencia en materia salarial a pactar del 3,5% para 2022, del 2,5% para 2023 y del 2% para 2024, siempre acompañados de cláusulas de garantía salarial retroactivas que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios si a final de año la inflación está por encima de estas subidas.
“Es el momento de dar una estabilidad real a los salarios, la patronal tiene que entenderlo, no puede seguir negándose a asumir subidas razonables y a recuperar las cláusulas de garantía salarial”, afirma Castelli, quien insiste en advertir que “si no se mejoran los salarios para que las familias puedan asumir el encarecimiento de la vida la movilización será todo un hecho”.
Apunta que “mes a mes vemos como siguen escalando los precios de bienes y servicios que son esenciales para el día a día, lo que pone en serias dificultades a muchas familias que no pueden llegar a final de mes”.
Así, en la comparativa de abril de este año con el de 2021, destaca principalmente la subida del 28,9% en Vivienda, seguida del 13,1% en Transporte y del 11,5% en Alimentos y bebidas no alcohólicas. También han crecido los precios en Hoteles, cafés y restaurantes (6,4%), Menaje (5,5%), Bebidas alcohólicas y tabaco (3,7%), Otros (3,6%), Vestido y calzado (3%), Ocio y cultura (2%), Enseñanza (1,5%) y Medicina (0,6%). A excepción de las Comunicaciones, donde los precios se han mantenido invariables, la subida ha sido generalizada en todos los grupos.
“La protección del poder de compra de los salarios pactados no es solo una cuestión de justicia social, sino que tiene una importante repercusión a nivel económico en un país y una región donde el sistema productivo se sostiene sobre la demanda interna”, remarca Castelli, que advierte que “si no se garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de familia y personas trabajadoras esto afectará al tejido productivo y, por ende, al empleo”.