Con el respaldo de todos los grupos municipales ha salido adelante el proceso de información pública del futuro Consejo local de Cooperación de Toledo. Es un logro histórico. La ciudad nunca había tenido un órgano de este tipo, pensado para dar voz y voto a todas las ONG y colectivos sociales que trabajan en la capital regional en acciones de solidaridad contra la pobreza y por el desarrollo en las zonas más necesitadas del mundo. La iniciativa ha partido del Grupo Municipal de Ganemos Toledo, que gobierna en coalición con el PSOE en el Ayuntamiento, y que ha hecho de la participación ciudadana uno de sus principales objetivos.
Tras la aprobación de este primer paso en el pleno municipal, ahora se abre un periodo de un mes para la presentación de alegaciones. La previsión es que pueda aprobarse en la sesión plenaria del mes de junio. De cualquier forma, se trata de una iniciativa pionera y de una demanda de las ONG de la ciudad desde hace años, tal y como recuerda el concejal de Juventud y Cooperación, Diego Mejías.
El presupuesto es de más de 300.000 euros: 160.000 euros para cooperación internacional, 50.000 euros para educación para el desarrollo, 50.000 euros para ayudas de emergencia y 50.000 euros para programas de sensibilización. Estos últimos forman parte de la campaña 365+1, que busca impulsar los actos solidarios de la ciudadanía y reforzar el tejido asociativo. La cifra total supone un 0,36% del presupuesto municipal. Está alejado de ese demandado 0,7% pero aún así el concejal destaca de que es una partida histórica, “la mayor que ha habido nunca”.
Las funciones de este Consejo de Cooperación se centran en la participación de los representantes de estos colectivos, junto con otro de las asociaciones vecinales, en las decisiones que aborde la Concejalía sobre ayuda al desarrollo, entre otras materias. De esta forma, participarán en las diferentes convocatorias municipales sobre cooperación o ayuda humanitaria. “Todo se elaborará de manera conjunta, participativa y se aprobará con la conformidad de sus miembros”, destaca el edil.
Voz directa de las ONG en las decisiones
La principal novedad es que desde la puesta en marcha de este órgano, las peticiones y demandas de las ONG no dependerán tan solo de un “canal político” sino que se les dará voz directa en las decisiones que se adopten en el Consejo. “Queremos dar legitimidad a sus peticiones y que a partir de ahora sea responsabilidad de todos”, apunta Mejías. Porque eso “mejorará y dará calidad” a sus reivindicaciones, con el objetivo puesto en llegar al 0,7% de partida presupuestaria para cooperación a final de la legislatura.
Además, parte del presupuesto que gestionará este Consejo de Cooperación ha quedado desvinculado, como estaba hasta ahora, de la inversión y la venta de suelo, lo que obligaba a justificarlo al cierre del ejercicio presupuestario de cada año. Concretamente, los 160.000 euros correspondientes a la partida de cooperación internacional se han incluido en un capítulo que dispone de “mayor flexilibidad” y que permite un margen más amplio más allá del año presupuestario en el que se aprueba.
Lo que ahora quieren las ONG es que también la partida de educación para el desarrollo se incluya en el mismo capítulo. Se trata de iniciativas que llevan mucho tiempo, que en muchos casos comienzan a mitad de año y que necesitan la misma flexibilidad para no tener que justificarlas en diciembre. Será un tema que se abordará en futuras reuniones del novedoso Consejo.