Casi la quinta parte de la población de Castilla-La Mancha tiene más de 65 años, un porcentaje que no solo está por encima de la media nacional, sino que va creciendo cada año en un progresivo aumento del envejecimiento, con especial incidencia en las provincias de Cuenca y Ciudad Real, donde el porcentaje es un punto mayor. En ello se centran muchas de las políticas públicas de las administraciones: dependencia, termalismo, discapacidad. Pero hay un fenómeno que aunque se ha producido siempre, arraiga ahora con más fuerza debido al aumento de la esperanza de vida: la soledad no deseada.
Casi cinco millones de personas la sufren en toda España, mayoritariamente mujeres, y supone un empeoramiento sucesivo de la calidad de vida de las personas mayores que puede derivar en enfermedades muy graves. De hecho, la Fundación Pilares, dedicada a combatir este fenómeno, considera que es un grave problema de salud pública tal y como han reconocido también diversos organismos internacionales.
Así, existe una cartera específica de medidas y recomendaciones para afrontar este problema, que se ha visto agravado a raíz de los sucesivos confinamientos y de la situación en las residencias derivados de la pandemia de COVID-19. “La soledad debe ser un tema prioritario en la agenda política, para evitar consecuencias que pueden desembocar en graves situaciones de dependencia que en los casos más dramáticos llega a la muerte en solitario”.
En Castilla-La Mancha, la Consejería de Bienestar Social, a través de la Dirección General de Mayores, está preparando una estrategia para paliar estas circunstancias y para ello también elabora un diagnóstico de la situación en colaboración con esta Fundación. Con este objetivo se ha abierto un proceso participativo a la ciudadanía para valorar las necesidades y demandas de las personas que se encuentren en esta situación de vulnerabilidad.
Entre los servicios sociales y los sanitarios
Con ello, el Gobierno regional quiere intervenir de manera eficaz y colaborativa en el problema de la soledad, tanto en su dimensión social como individual, mediante la elaboración de un conjunto de líneas de acción con impacto en los ámbitos de competencia pública y comunitaria que “alcancen a los niveles macro, meso y micro social, especialmente en los servicios sociales y sanitarios”. En esta encuesta, la Administración regional ya deja entrever algunas de las medidas que baraja para cumplir este cometido. Al final del cuestionario establece un decálogo de posibles propuestas para que la ciudadanía considere si serían adecuadas o no.
Por ejemplo, entre las opciones de respuesta que ofrece se encuentra aumentar la frecuencia y servicio de transporte para conectar todos los recursos y servicios (como centros de día o residencias) entre el medio rural y el urbano; disminuir el tiempo para la valoración de la dependencia, desde que se solicita hasta la obtención del grado correspondiente; y que los servicios sociales estén mejor coordinados.
Pero también existen otras opciones significativas, como ofertar más programas y actividades para las mayores, principalmente relacionadas con el turismo, el ocio, la cultura, el aprendizaje permanente y las capacidades digitales. Y otras directamente relacionadas con la juventud, como facilitar y animar a las personas jóvenes a que puedan vivir y trabajar en el medio rural para frenar la despoblación y este tipo de soledad no deseada.
Visitas, acompañamiento e información
Además, el Gobierno regional plantea otras alternativas como ofertar más programas de voluntariado para hacer visitas a las personas mayores y acompañarlas a lugares de su gusto; facilitar programas dirigidos a personas mayores refugiadas y migrantes en cuanto al perfeccionamiento del idioma y el conocimiento de la cultura. A ello añade otros ejemplos, como que las personas que trabajan en tiendas de cercanía (comercios, farmacias, peluquerías) estén pendientes de la situación de estas personas o que se difundan imágenes positivas de la persona mayor y la promoción de actividades.
Con este objetivo plantea por último otras medidas, entre ellas informar con detalle y de manera comprensible a las personas mayores de todos los servicios existentes que pueden ayudarles en sus necesidades. De hecho, en la encuesta se detallan muchos de estos servicios, que en Castilla-La Mancha.
La Fundación Pilares, que elaborará el diagnóstico final de la situación de cara a la futura estrategia autonómica, tiene entre sus cometidos favorecer que las personas continúen viviendo y participando de su entorno, facilitando los apoyos necesarios para hacerlo posible, desde el marco del Modelo de Atención Integral y Centrada en la Persona (AICP), el enfoque comunitario y el trabajo en red.