El documental 'Trazado femenino en Torrijos' de Ángela Martín y José Manuel Carrasco (Colectivo Mazapán) ha sido premiado en la categoría de Mejor Documental de Castilla- La Mancha en FECICAM 2020 (Festival de Cine Español Emergente).
La undécima edición de FECICAM, que ha desarrollado desde el 13 al 17 de octubre en Ciudad Real con actividades presenciales y online debido a la pandemia de la COVID-19, ha galardonado este trabajo documental siendo uno de los dos únicos proyectos toledanos seleccionados en este certamen.
'Trazado femenino en Torrijos' pone en valor la huella de las mujeres en la historia que, injustamente, ha sido borrada de la memoria colectiva. Es el punto de partida de este proyecto audiovisual que busca evitar que caiga en el olvido la rica contribución de las mujeres en el tejido social de ciudades y pueblos.
En esta ocasión el foco se ha dirigido hacia la historia femenina de Torrijos a través de la visión de ocho mujeres torrijeñas, de diferentes edades y vivencias, para que muestren el 'trazado' que han ido realizando en el transcurso de sus vidas y su contribución en el tejido social de esta localidad.
El proyecto ha sido dirigido por José Manuel Carrasco y Ángela Martín, y producido por la asociación Colectivo Mazapán, y ha contado con el respaldo del Ayuntamiento de Torrijos y la Asociación Antares.
Este recorrido audiovisual se adentra en el camino vital de Sabrin, Máxima, Ana, Pilar, Alejandra, Chari, Rosa y Milagros, así como por los espacios de este entorno rural donde han crecido físicamente y emocionalmente.
Asimismo, este cortometraje es un viaje a su mundo más personal, a la 'intrahistoria' de cada una de ellas: sus inquietudes y sus añoranzas; así como aquellos sueños y deseos que han ido formando parte de su evolución humana. Y de este modo, tan personal, sugerir una reflexión sobre la propia evolución de Torrijos como pueblo en estos últimos 50 años.
Ocho mujeres y ocho historias
En las ocho historias de esta iniciativa audiovisual, descubrimos a Rosa y Máxima, quienes representan las visiones más veteranas y también un retrato de aquellos tiempos donde las mujeres a edades tempranas comenzaban a trabajar, lo que normalmente suponía un precoz abandono de la escuela.
Unas vivencias que no se alejan a las que protagoniza Milagros quien con su vitalidad y simpatía se ha convertido en todo un referente en la Asociación de Mujeres La Fuentecilla de Torrijos. Una entidad con 30 años de andadura que sigue sumando actividades y propuesta gracias al impulso de muchas mujeres que dedican gran parte de su tiempo a crear un espacio donde “olvidar las penas”.
Las dos mujeres más jóvenes, Sabrin y Alejandra, ofrecen dos visiones contrastadas: quien se va de casa y quien vuelve tras pasar una larga temporada fuera. Continuar los estudios superiores hace que muchos jóvenes torrrijeños se marchen de su hogar, tal y como le ocurrió a Alejandra. En su vuelta a casa ha encontrado en el boxeo y su trabajo en Apandid, dos motores para adaptarse a su nueva vida en su pueblo.
Ese “hogar al que volver” es lo que necesita Sabrin, quien se halla en un momento vital diferente, donde el aprendizaje amplía fronteras fuera de España. Aún así, ella siempre reivindica sus raíces marroquíes como una herencia familiar que lleva con orgullo y que, además, es uno de sus impulsos para reafirmar el feminismo en la cultura musulmana.
Las raíces y los legados familiares son parte también de la vida de Chari y de Ana, ya que han continuado el camino que el destino les marcó. Chari ha dedicado muchas horas de trabajo para levantar el Bar San Gil, un lugar que fue punto de reunión para las épocas doradas de las peñas de Torrijos durante los festejos locales y que fue un negocio heredado por su marido. En todos estos años han conseguido que este rincón del mundo sea punto de encuentro para muchas personas que ya son habituales del establecimiento.
Ana y su institución educativa, la Escuela Infantil Cárdenas, ha sido otro punto de encuentro y de partida para muchos torrijeños, así como lo fue también para ella y su socia Mamen. Ambas mujeres compartieron el sueño de crear un proyecto educativo y fue algo que finalmente, tras mucho tesón, consiguieron. Pese a las adversidades que surgieron, Ana se mantuvo al frente de esta guardería y ahora reconoce que en esos momentos críticos sintió que “aún no había terminado la tarea”.
Una fortaleza que también se puede palpar en la historia de Pilar, quien también hizo “su tarea” compartiendo su talento en el arte del dibujo. A través de la plumilla, una técnica muy laboriosa que requiere de una gran destreza, dedicó un buen periodo de su vida a retratar a un Torrijos único que finalmente quedó plasmado en una colección de postales.
Trayectoria de 'Trazado femenino en Torrijos' y Colectivo Mazapán
'Trazado femenino en Torrijos' fue también uno de los cortos programados dentro del Festival Internacional de Cine Social de Castilla- La Mancha en Torrijos FECISO 2019, así como también en la Semana de la Igualdad, organizada por el Ayuntamiento de Torrijos en el Centro de la Mujer (2019 y 2020).
Los creadores de este proyecto son Ángela Martín y José Manuel Carrasco, quienes también forman parte fundacional de la asociación Colectivo Mazapán. Una unión creativa enfocada en el desarrollo de proyectos y cortometrajes documentales de índole social, etnográfica y medioambiental.
Su primer trabajo 'Toledo, la Ciudad Vivida', (junio 2018) es un proyecto audiovisual que fue incluido en una de las iniciativas seleccionadas para el Festival Cohete en Toledo. Precisamente Toledo es el hilo argumental de las historias que recoge esta especie de mapa digital que va mostrando el mosaico de testimonios de vecinos de diferentes zonas del casco histórico para enfatizar el patrimonio humano que vive en una ciudad que, a su vez, es patrimonio de la humanidad.
El tercer trabajo que ha firmado este colectivo 'Mi epidemia' (mayo 2020) es un corto documental sobre los efectos de la pandemia del coronavirus en nuestra sociedad. Trabajo seleccionado en el festival de cine experimental DocuVir 20 organizado por Centre Cultural La Nau de la Universitat de València.