Se cumple el primer aniversario de una fecha histórica en la memoria colectiva de Talavera de la Reina y su comarca: el 11 de noviembre de 2017 unas 40.000 personas salieron a las calles para expresar de forma unánime su hartazgo por la situación que atraviesa esta tierra desde hace décadas y para exigir a las administraciones que pusieran los cimientos para revertir los problemas, sobre todo de infraestructuras, de la ciudad. Transcurrido un año, la Mesa por la Recuperación de Talavera y su Comarca ha vuelto a convocar a los ciudadanos y miles de de ellos, más de 30.000, han clamado con varias pancartas desde la Plaza del Reloj de la ciudad de la cerámica.
Según explican los organizadores, las reivindicaciones son el reclamo para “se ponga fin de una vez por todas al abandono y el olvido a los que secularmente han sido sometidos estos territorios”, dejándolos en una situación de “deterioro tal que les impiden desarrollarse económica y socialmente al mismo ritmo que su región y su país”.
Durante el año que ha transcurrido desde entonces, la Mesa por la Recuperación de Talavera y su Comarca afirma que no ha cesado de llamar las puertas de todos los despachos hasta lograr sentar a cuatro administraciones juntas, y requerirles que trabajen “de forma coordinada y colaborativa”, bajo el Pacto por Talavera de la Reina. Fruto de esa firma se han logrado avances como los dos grados más para el Campus de Talavera, nuevas unidades para el Hospital, partidas presupuestarias para el patrimonio y futuras mejores en la red ferroviaria.
“Pero todos estos avances son claramente insuficientes, y los tiempos de la Administración siguen siendo exasperantemente lentos para la urgencia que los problemas de Talavera requieren”, añaden.
Según recuerdan, los talaveranos siguen sin tener un tren que permita el desarrollo económico de la comarca, en una situación “ya insostenible”; permanece un suelo industrial “exiguo y muy deficientemente dotado”; un río Tajo “esquilmado hasta secarlo”; unos servicios públicos muy por debajo de la media de otras ciudades castellano-manchegas, y unas tasas de paro “vergonzantes”.
Por todas esas razones, porque “queda mucho por hacer”, consideran que sigue siendo “el tiempo de la exigencia” por parte de los ciudadanos y “reclamar lo que en justicia nos pertenece”.
“Debemos seguir unidos como hemos estado este año, sin fisuras, por encima de nuestras ideologías e intereses particulares. Podemos hacer mucho. Seguir presionando a nuestras administraciones, y en este año electoral, más si cabe, para que nos tengan en cuenta en sus agendas y en sus programas, para que nos consideren prioridad máxima en sus presupuestos, para que se dejen de excusas y promesas e inviertan en nuestra rierra, saldando esa deuda histórica que tienen con nosotros”, han concluido.