La Policía Nacional ha detenido a un matrimonio (hombre y mujer), e investiga a una tercera, como responsables de una presunta estafa por la que proponían a una amiga en común realizar inversiones inmobiliarias en el Casco Histórico de Toledo. En total, la víctima entregó 70.000 euros que meses después no ha conseguido recuperar y con los que supuestamente iban a adquirir unos inmuebles para reformarlos y venderlos a inversores extranjeros.
Los hechos tuvieron lugar en el mes de agosto del año pasado, cuando los presuntos autores, que son matrimonio, se reunieron con un grupo de amigos entre los que se encontraba la víctima. En un ambiente afable y distendido le sugirieron la conveniencia de invertir su dinero para obtener mayor rentabilidad, ofreciéndole a la vez la posibilidad de participar con ellos en un negocio que consistía en la adquisición de inmuebles en el Casco Histórico de Toledo, reformarlos y posteriormente venderlos a inversores extranjeros.
Unos días después, el varón contactó de nuevo con la víctima para indicarle que disponía de un edificio de viviendas idóneo para llevar a cabo la inversión que le propuso, en el que participarían ambos y una tercera persona a la que no conocía. Para acceder a este exclusivo negocio debía entregarle 62.000 euros, que le serían devueltos en tres meses. una vez vendido el edificio a los inversores, asegurándole una rentabilidad de 26.000 euros.
Amparándose en la confianza que le ofrecía la relación de amistad que había entre ellos, la víctima transfirió el dinero requerido por el cabecilla de la trama, si bien no volvió a tener noticia de él ni de cómo marchaba la inversión hasta el mes de noviembre.
Fue entonces cuando este varón le ofreció invertir otros 8.000 euros para la adquisición de unas viviendas unifamiliares en la localidad de Orgaz y, a pesar de la reticencia de la víctima, consiguió persuadirla de realizar esta nueva inversión.
Un pagaré sin fondos y un vehículo de lujo
Cuando la víctima le pedía cuentas de la marcha del negocio, este varón trataba de eludir el asunto indicando que por problemas familiares y de salud se había producido un retraso en la obtención de los beneficios, hecho que, según apunta la Policía Nacional en un comunicado, era de extrañar ya que había sido visto conduciendo un vehículo de alta gama recién adquirido.
Una vez vencido el contrato, la víctima comenzó a exigirle la devolución de su inversión, consiguiendo que le librase un pagaré por el importe que había invertido, pero este pago fue denegado por la entidad bancaria al carecer de fondos suficientes.
Ante la imposibilidad de recuperar su dinero, la víctima formuló denuncia ante la Policía Nacional en el mes de junio, iniciándose en ese momento una investigación que culminó con la detención del varón, cabeza visible y cerebro de la trama, y de la esposa de éste, que era la administradora de la empresa bajo la que se amparaban para cometer la estafa. Además, hay una tercera persona investigada por estos hechos, empleada y socia principal de la compañía.
De los tres implicados, que responderán por estos hechos ante la Autoridad Judicial, sólo el varón tenía antecedentes por delitos similares.