Los juegos, juguetes y videojuegos, tanto en su contenido como en sus envases, han experimentado en los últimos años importantes cambios para evitar los mensajes binarios y la perpetuación de los roles de género que fomentan la desigualdad. No obstante, hay patrones que siguen repitiéndose, sobre todo a la hora de llamar la atención de las familias, de la infancia y de la juventud para su compra y consumo. Así lo ha constatado el estudio “Presencia de patrones sexistas en juegos, juguetes y videojuegos” realizado por la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha entre la Navidad de 2020 y el pasado mes de marzo.
El informe ha servido como base a este departamento, que también agrupa las competencias de consumo, para la elaboración de su guía “Navidad en igualdad”, que fomenta la compra de estos artículos en base a una serie de recomendaciones para la no discriminación y para "regalar igualdad". En total, se han analizado 2.500 juguetes, 1.500 envases de juguetes, seis catálogos y 100 anuncios publicitarios de televisión, elegidos todos ellos de forma aleatoria.
De este análisis se desprende que hay una mayor cantidad de estereotipos sexistas en los anuncios de los juguetes: todos los spots escrutados presentan algún patrón de este tipo y el 59% tenían “muchos o muchísimos estereotipos de género”. Les siguen los propios envases de los juguetes, ya que el 66% incluye mensajes que perpetúan los mensajes sexistas.
Los catálogos, menos estereotipos pero con "puntos de mejora"
Así, los catálogos constituyen el formato que menos estereotipos presenta, aunque “con algunos puntos de mejora”. El estudio constata que algunas variables sí que existe asociación estereotipada de tipologías de juguetes que están destinados a niños o a niñas, así como en la aparición de los adultos que acompañan a estos artículos, mayoritariamente madres.
Con todo ello, una de las conclusiones más significativas es la detección de “mayor grado de sexismo" en los envases y los juguetes dirigidos a niñas que en los destinados a los niños, aunque también es de resaltar que la mitad de los juguetes analizados no presenta patrones estereotipados, con enfoques no diferenciadores por género. De hecho, en el informe también se apunta a una mayor presencia de figuras femeninas en catálogos y en spots.
Del mismo modo, los colores siguen presentando una división binaria (azul/rosa) en función del género al que se dirigen. Este binarismo está muy presente en juguetes, envases y spots y especialmente acentuado en el color rosa, “claramente estereotipado” y dirigido a público femenino.
El 79% de los spots de los juguetes incluyen arquetipos con patrones sexistas. En los artículos analizados se detectan arquetipos principalmente en las tipologías dirigidas a niñas: temas relacionados con los cuidados, amistad, hogar, moda, fantasía, princesas y belleza. En el otro lado, el 40% de los juguetes y el 35% de los envases dirigidos a niños varones incluyen temáticas tradicionalmente asociadas a la ciencia, los videojuegos, la violencia o el deporte. Finalmente, el estudio también concluye que los juegos de mesa son la tipología menos estereotipada en los spots.
Para combatir estos porcentajes de roles discriminatorios que aun siguen presentes en la publicidad y que se acentúan por el aumento de las compras en Navidad, la guía castellanomanchega “Navidad en igualdad” establece una serie de criterios a la hora de escoger estos artículos. Por ejemplo, en el caso de los juguetes, establece que no sean de un solo uso, que ayuden a desarrollar la imaginación y la creatividad, que sean seguros, que no sean utilizados para afianzar los estereotipos de género y que fomenten la cooperación, la diversidad y la igualdad.
En cuanto a los videojuegos, la guía recuerda que la oferta es muy amplia y muchas veces transmiten valores sexistas. Son los artículos más regalados en la infancia y la adolescencia y varios estudios alertan del “alto grado de sexismo y violencia” que tienen. “La masculinidad viene marcada por valores como la fuerza, la valentía, el honor, la venganza, el orgullo y el poder, mientras que los rasgos femeninos se relacionan con la debilidad, la cobardía, el conformismo o la sumisión”.
Por eso, los consejos en este caso se centran sobre todo en comprobar que el videojuego no tiene contenidos sexistas ni racistas tanto en la identidad de personajes del juego como en el mensaje de la historia. La guía recomienda también buscar juegos que aporten aprendizaje más allá de la diversión, optar por los que requieren la participación de más de una persona y evitar aquellos que incluyan violencia sobre todo en edades tempranas.