Despertarte en medio de un mar de viñas, sentirte como uno de los protagonistas de ‘Falcon Crest’ también en posible en Castilla-La Mancha.
Aunque quizá la región se ha incorporado un poco tarde al fenómeno de los hoteles-bodega, en los últimos años están surgiendo propuestas muy interesantes que permiten al viajero descansar y conocer de cerca la elaboración de los vinos, aprendiendo sobre uvas y sobre vinos, viendo de cerca la vendimia y catando los vinos de variedades autóctonas.
Castilla-La Mancha es el principal viñedo del mundo y estos hoteles bodegas ofrecen nuevas experiencias de disfrute, propuestas de enoturismo combinados con spa, cultura y paseos por la naturaleza incluso junto a algunos de los parques naturales de la región.
Los hay para todos los gustos:
Pago del Vicario
Este complejo enoturístico es uno de los más importantes de la región. Un espacio único compuesto de hotel de cuatro estrellas, restaurante, bodega y un viñedo propio de 130 hectáreas donde se combina un diseño vanguardista con la tradición de varias generaciones de viticultores, lo que permite pasar unos días zambulléndose en el mundo del vino con visitas a la bodega, al viñedo, degustaciones de vino y actividades al aire libre.
Además, la cercanía a los parques naturales de Cabañeros, las Tablas de Daimiel o del Parque Arqueológico de Alarcos permiten también vivir una experiencia de disfrute total para los amantes de la naturaleza y la cultura. Cuenta con 23 habitaciones y una suite, todas ellas con vistas al viñedo o a la frondosa vegetación que rodea el paso del Guadiana.
La bodega, en forma de catalejo, se funde sobre el paisaje de los montes de Toledo y la orografía ondulada del viñedo, repartido en las variedades de vid Tempranillo, Garnacha tintorera, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot Graciano para vinos tintos; Chardonnay y Suavignon blanc para vinos blancos.
Vinotel Finca El Molar de Rus
Una casa de alquiler completo dentro de estos viñedos situados en Fuentealbilla en plena Manchuela Albaceteña, se convierte en la escapada perfecta para una familia grande o un grupo de amigos, con capacidad para 12 personas.
Una aventura enoturística donde aprender todo sobre el cultivo de la viña en ecológico y la elaboración del vino, desde la vendimia y la crianza hasta el embotellado. Además, se pueden catar los vinos que elaboran, desde sus varietales de varietales de syrah o graciano, su coupage de merlot, cabernet y syrah hasta su singular vino de hielo.
Finca la Estacada
La antigua finca de labor de los descendientes de la Reina María Cristina (viuda de Fernando VII), se ha convertido en la actualidad, gracias al empeño de la familia Cantarero Rodríguez, en el Complejo Enoturístico Finca La Estacada, dedicado al ocio, el relax, la gastronomía y el vino. La Estacada es viñedo, bodega, restaurante, spa y hotel en el mismo lugar.
El hotel se localiza a pocos minutos del municipio de Tarancón en Cuenca, rodeado de viñedos y olivos centenarios. Lugar para relajarse y disfrutar de las propuestas de la cocina conquense en el restaurante del hotel.
Hotel Château Viñasoro
Está ubicado en la localidad de Alcázar de San Juan en las bodegas Viñasoro, rodeados de viñas, e incluye experiencia ecoturística, visita a los viñedos y spa. Una escapada en plena tierra del Quijote permite conocer no sólo la cultura vitivinícola de la zona sino también el tipo de uvas, y a identificar los aromas y sabores de los vinos
Bodegas Hacienda Albae
Bodegas Hacienda Albae nace rodeado de viñedos y de agua, ya que, junto a las Lagunas de Ruidera se encuentra esta bodega con hotel de nueva construcción ubicado junto a más de 5.000 m² de viñas. Hacienda Albae es un hotel pequeño, con 11 habitaciones dobles y 1 Júnior Suite donde se puede descansar pero también asistir a catas, recorrer los viñedos, disfrutar en la tienda enológica o visitar las bodegas y la granja.
Hotel Enoturismo Mainetes
En Fuente-Álamo, Albacete, se encuentra este hotel con spa rodeado de 50 hectáreas de viñedo, ecológicas, de baja producción.
Pasear por el viñedo, visitar la bodega, conocer de primera mano el proceso de elaboración y aprender a interpretar un vino esto es lo que ofrece este hotel construido en el 2008 y completamente integrado en el paisaje.
Bajo la etiqueta de ‘Crátera’ ofrece desde blancos de viura, tintos de cabernet o syrah y hasta un espumoso, todos ellos orgánicos.