El valor objetivo de ozono superó el nivel de protección de la salud en el año 2018 en las estaciones ubicadas en La Sagra (Illescas), Toledo capital, San Pablo de los Montes, en nuestra provincia y en Azuqueca de Henares (Guadalajara).
Así lo recoge el Informe de Evaluación de la Calidad del Aire en España 2018 que ha publicado el Ministerio para la Transición Ecológica y que remitirá a la Comisión Europea antes del 30 de septiembre.
Además, y según el mismo documento, también se superó durante el pasado año el valor de ozono para la protección de la vegetación en las estaciones situadas de San Pablo de los Montes y La Sagra (Illescas).
El patrón se repite desde 2011
El informe analiza el periodo 2011-2018 en el que la superación de los niveles de ozono se ha producido todos los años en estas mismas zonas.
Sin embargo, según el informe, la calidad del aire en el conjunto de España mejoró ligeramente en 2018 respecto al año anterior, se trata de unas cifras menos significativas en los contaminantes ligados a los entornos metropolitanos y al tráfico y que son, precisamente los más nocivos para la salud, es decir el dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas en suspensión (PM10) y el ozono (O3).
En concreto, el estudio evalúa la presencia de dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), óxidos de nitrógeno (NOx), partículas (PM10 y PM2,5), plomo (Pb), benceno (C6H6), monóxido de carbono (CO), ozono (O3), arsénico (As), cadmio (Cd), níquel (Ni) y benzo(a)pireno (B(a)P).
Además, se han realizado mediciones indicativas de las concentraciones de otros hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Se trata de compuestos orgánicos que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud y están asociados a procesos de combustión y a compuestos como el petróleo, el carbón o el alquitrán.
Aunque el informe del departamento en funciones que dirige Teresa Ribera reconoce que todas las administraciones están adoptando medidas, estas deben intensificarse para lograr la mejor calidad del aire posible.
Los efectos sobre la salud de las partículas en suspensión
En sus conclusiones, el informe detalla que existen numerosos estudios sobre la población española que atribuyen un amplio abanico de enfermedades y efectos adversos de la exposición poblacional a una mala calidad del aire.
"Es necesario tanto disminuir la concentración de los contaminantes del aire como la exposición peligrosa al mismo por parte de la población", asevera el documento para recordar que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social está trabajando en el desarrollo de medidas que consigan conocer, en mayor profundidad, el impacto de la calidad del aire en la salud humana para así poder disminuir la exposición de riesgo a la alta contaminación mediante recomendaciones sobre hábitos y actividades.
Los efectos sobre la salud más graves para el organismo de las personas son las partículas en suspensión PM10 y PM 2,5, que son las más estudiadas y relacionadas con el mayor número de efectos adversos sobre la salud.
Entre las consecuencias potenciales relacionadas con las partículas en suspensión para la población española figuran la mortalidad, en general por causas cardiovasculares y respiratorias; los impactos sobre el nacimiento, partos prematuros, bajo peso de nacimiento y otras complicaciones; el Alzheimer y el desarrollo cognitivo.
En el caso de la influencia que tienen las PM en la mortalidad observada en España, se estima que el riesgo de sufrirla aumenta en un 0,89% cada vez que se incrementa en 10 g/m3 la concentración del contaminante.
Con carácter general, se puede atribuir estos efectos a un mínimo de 26.000 muertes en España desde el año 2000 al 2009, con unos 2.600 fallecimientos al año. También se estima que hay una incidencia significativa de partos prematuros, de modo que 15.860 niños españoles nacieron de forma prematura en España en la última década por las partículas en suspensión.