Jimmy, Yago, Diego y Pepe, de apellido Veintiuno, aportan cada uno 5,25 gramos de alma a una banda que ha sorteado el monstruo del obligado parón derivado de la crisis sanitaria a base de encontrar estímulos para sobrevivir a la agonía de haber cancelado hasta 67 fechas de un 2020 que estaba llamado a ser su año.
A pocos días de subirse tres veces a las tablas de la Sala Moby para cerrar el año del coronavirus, destilan una complicidad que no sólo se nota en cada tema que gotea de su álbum en proceso. También en una entrevista con Europa Press en la que confiesan miedos pandémicos, reconocen evolución y demuestran fortaleza.
Para 2021, rematar 'Corazonada', un todo que vaticinan redondo, interconectado, con narrativa y al que resta la presentación en sociedad de su segunda mitad por fascículos y con la primavera en el horizonte. Después de un "año de mierda", han recogido su pena y se van a salvar al final. Con canciones, algunas salvavidas y otras de amor que mienten, --aunque mentir está infravalorado--, florecen del asfalto sin que nadie les haya regado.
"Nos hemos quitado miedos"
Pregunta.- ¿Qué cambios ha sufrido el grupo durante el confinamiento?
Jimmy.- Hemos roto barreras. La forma de trabajar prepandemia era así: Diego proponía una idea primigenia de maqueta con arreglos mínimos y una voz de referencia. Ahora hemos aprendido a grabar cada uno en casa y dialogar a base de 'Zoom'. Nos hemos querido, peleado, y avanzado en un camino que nunca nos habíamos creído mucho.
Nos hemos quitado miedos de lo que podemos hacer y de lo que no, pero también nos hemos pegado cuatro gritos. Si hubiera sido en persona, a lo mejor nos habríamos hasta pegado. Lo peor, no verles, no tocarles, no darles abrazos; pero la parte positiva es que nos hemos quitado muchos miedos y hemos seguido trabajando, algo que nos ha salvado la vida.
Yago.- Estoy orgulloso del equipo. Hemos seguido creando material y contentándonos a nosotros mismos. Las 'Pijama Sessions', idea de Pepe, surgieron para no matarnos entre nosotros ni tampoco morirnos de pena. Teníamos entre 60 y 70 fechas cerradas y un viaje a Méjico. Este año era nuestro año, pero al final seguir trabajando así ha sido nuestra medicina.
¿De verdad sentíais que 2020 iba a ser vuestro año?
Diego.- La sensación la tuvimos en 2019. Empezamos con diez conciertos agendados pero en diciembre habíamos hecho más de 40. Notamos que había pasado algo, se infló la banda. Nadie conocía 'Dopamina' en enero y al final se colocó con un millón de escuchas en Spotify.
Pero la pandemia nos cortó el año de más crecimiento. El 10 de marzo teníamos 67 fechas cerradas. Lo natural hubiera sido tocar en festivales y darnos más a conocer, pero hemos tenido que captar a más público de otra manera.
"Si el parón nos pilla antes, nos habríamos disuelto"
¿Ha madurado más vuestro trabajo estando encerrados que sacándolo de gira?
Pepe.- Cuando tienes dificultades y la vida te pone piedras, o aprendes y lo superas o lo dejas. Muchas bandas han tenido que cerrar. Nosotros hemos aprendido y el disco ha ganado mucho. Hemos tenido más tiempo para trabajar y para conocernos. Creo que el encierro nos ha venido bien y ahora somos una banda fuerte que afronta el año que viene con mucha fuerza y sin miedo.
Jimmy.- Si este parón nos pilla antes, no hubiéramos salido igual. Con la mano en el corazón, creo que igual nos hubiéramos disuelto. Lo hemos visto en otras bandas. 2019 fue un año de abrir melón a muchos niveles, y todo ese desarrollo nos ha hecho llegar a donde estamos, fuertes y convencidos. Sin el parón, no podríamos haber hecho 'Anhelo', 'Parasiempre' o 'Salvavidas'. Si paramos en 2019 hubiera supuesto volver a tres años atrás, pero parando en 2020 sólo nos hemos quedado en 'stand by'. Si llegamos a retroceder, nos hubiéramos separado.
"Rescatan a la cultura con 7 millones y somos 800.000 personas. Tocamos a 9 euros"
¿Qué diríais a las bandas que ahora tienen que empezar?
Diego.- Dar consejos con espíritu de 'coach' me da grima. Hay bandas de gente trabajadora que convertían su mierda acumulada en música. También existe gente muy pija que tiene dinero para invertir en esto como en cualquier otro negocio y es respetable. Los grupos que ahora han perdido la ilusión es porque están más preocupados por poder comer.
Se ha dado una partida de 7 millones de euros al rescate de la cultura pero de la cultura vivimos 800.000 personas, así que tocamos a 9 euros cada uno. Toda banda que salga ahora, lo hará a la contra de todo. ¿Cómo te dedicas a la cultura en su peor momento en los últimos 70 años? Técnicos, sonidistas o promotoras se han quedado en el camino y algunos se han tenido que reciclar.
¿Cómo esperáis que sea la industria post pandemia?
Pepe.- Hemos visto una reconversión. La industria hace todo lo que puede incluso perdiendo dinero y lo hará mientras pueda, pero esto tiene fecha de caducidad. Si no se arregla, será complicado mantener el nivel. Lo tenemos todo en contra pero no vamos a dejar de currar. La gente que de verdad queremos vivir de esto vamos a hacer un esfuerzo. Si hay que hacer tres pases en un día ganando la tercera parte, lo vamos a hacer, pero hay un límite.
¿Ha salido rentable todo el trabajo en pandemia que no se ha monetizado?
Jimmy.- Lo hemos hecho por nosotros, fue una manera de seguir para adelante y sólo por eso ha sido rentable. Además nos ha conocido mucha gente y hemos conseguido transmitir un mensaje positivo a la sociedad. Sólo por eso es rentable. No en nuestra cuenta bancaria... pero no tenemos una banda para hacernos ricos.
Yago.- La idea de 2020 era tener más seguidores a base de conciertos, pero nos los quitaron y tiramos de redes sociales. Nosotros somos una banda de álbum y directo.
Diego.- No habremos ganado dinero pero hemos hecho una inversión que nos está dando un retorno. No nos dejaban salir a jugar a la calle y hemos jugado en casa. Pero si hay un sector de público que no ve la diferencia entre una actuación desde casa con un concierto de verdad, no es el tipo de público que quiero en mi concierto. Quiero gente que sepa lo que es música en directo.
La industria, en pleno "pulso valiente"
¿Cómo serán los festivales en la nueva normalidad?
Yago.- La industria está echando un pulso valiente y ya anuncia festivales en 2021 con 2.500 personas, sin distancia de seguridad pero con mascarillas. No vamos a ver festivales de gran formato ni una plaza del Trigo en Aranda de Duero llena, pero a lo mejor sí al 50% con mascarilla. Y creo que la gente que va a festivales sólo por la fiesta y no por la música encontrará otras alternativas.
Corazonada sale a cuenta gotas. ¿Qué está por venir?
Diego.- Tenía una historia que contar y que se podía articular con canciones. Todo 'Corazonada' cuenta una historia. Tiene sentido narrativo y todos los temas tienen un motivo. Algunos de los que ya han salido ya tienen interrelación y espero que el mensaje global no se entienda hasta ponerle la última pieza.
Jimmy.- Ojo, que 'Corazonada' no tiene por qué ser una sola palabra.