Esta semana hemos conocido el fallecimiento, a los 90 años, de Vicente Carranza Escudero, nacido 1928 en Daimiel (Ciudad Real) y uno de los ceramófilos más importantes de España.
Ya en su juventud se dedicó profesionalmente a la venta y distribución de cerámica española y a la importación de cerámica extranjera. En sus numerosos viajes por la Península y por Europa adquirió en tiendas y comercios anticuarios piezas cerámicas de diversa procedencia, formando espontáneamente una colección excepcional especializada en cerámica española, una de las colecciones privadas más notables en su género a escala mundial.
"El espíritu altruista de don Vicente hizo distribuir esta colección entre diversos museos y entidades públicas", destaca la Consejería de Cultura de este coleccionista de que hoy se pueden encontrar piezas en el Alcázar de Sevilla, el Museo de la Cerámica de Triana, el Museo Comarcal de Daimiel y el Museo de Santa Cruz en Toledo.
Fue en mayo de 2001 cuando cedió en depósito temporal al Museo de Santa Cruz un excelente conjunto de piezas cerámicas que pueden contemplarse en las salas del piso superior que rodean el claustro del antiguo Hospital de Santa Cruz. La exposición permanente de la Colección Carranza en Santa Cruz se inauguró en noviembre de ese mismo año, "integrándose como uno de los fondos más relevantes del museo por su exhaustividad y coherencia", señala Cultura.
La Colección Carranza del Museo de Santa Cruz está compuesta aproximadamente por 300 piezas de gran valor y calidad procedentes de distintas áreas de producción alfarera de España y fuera de ella, como la Comunidad Valenciana (con el acento en las producciones de Paterna, Manises y Alcora), Aragón, Cataluña, Holanda, Sevilla, Portugal, Venecia y, sobre todo, la provincia de Toledo, con sus producciones más significativas centradas en los alfares del propio Toledo, Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo.
Los objetos cerámicos y azulejos de la Colección Carranza proceden de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII. Están agrupados según su procedencia en un recorrido lineal por salas mientras que los paneles de azulejería más grandes, en su mayoría de Portugal, se han instalado en los muros perimetrales de la galería porticada del claustro. A mitad del recorrido el visitante encuentra un ‘Gabinete de Coleccionista’, una pequeña sala con la que se ha querido recuperar y homenajear la figura del coleccionista cerámico de principios del siglo XX.
"Para Castilla-La Mancha la colección Carranza es de importancia suma ya que además de reunir piezas cerámicas históricas de altísima calidad salidas de los alfares de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo, con ejemplos del siglo XVI, atesora piezas de la ciudad imperial bastante menos conocidas, pero igualmente destacables", explican desde el Gobierno regional.
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha editó en 2002 dos volúmenes titulados 'Lozas y azulejos de la Colección Carranza, coordinado por el comisario de la colección, Alfonso Pleguezuelo que muestran la riqueza y el valor de la Colección Carranza, depositada y expuesta en el Museo de Santa Cruz de Toledo.