La portavoz del Gobierno local en Toledo, Noelia de la Cruz, ha anunciado este jueves el hallazgo de un pozo construido en época medieval, en el transcurso de las obras de adecentamiento que se están realizando en la calle Reyes Católicos y su entorno.
Según ha detallado De la Cruz, el pozo se encuentra localizado frente a la Plaza de Barrio Nuevo –concretamente junto al Restaurante La Perdiz- y fue encontrado en la tarde de ayer miércoles. Tras ser estudiado por el equipo de arqueología que trabaja en las obras de remodelación del firme de la Judería, que informaron a su vez a la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades.
Según el equipo, el pozo fue construido en 1720, cuya existencia se recoge en documentación de la época, y clausurado en 1967. Tal y como añadía la portavoz y edil de Obras, el brocal de este pozo es el que actualmente se encuentra en el Pozo Amargo de la ciudad.
El foso tiene un diámetro de seis metros y una profundidad de nueve así como cinco metros de lámina de agua y, según los indicios de los técnicos, “se trataría de un pozo público en el que la gente se abastecía de agua para uso diario”.
No se abrirá al público
De la Cruz ha señalado que el hallazgo se produjo al detectar la cubierta de hormigón que lo protegía y, posteriormente, los técnicos personados en la zona procedieron a ubicar este pozo en planta, así como a través de sus diferentes secciones procediendo a protegerlo con un recubrimiento de geotextil y una plancha metálica y recubrimiento para salvaguardarlo.
Este descubrimiento no afectará a la ejecución de la obra de Reyes Católicos, “que continuará tal y como estaba previsto”. El Ayuntamiento ha procedido a “preservar, proteger y documentar” el hallazgo según el protocolo diseñado para tal fin a través de la Concejalía de Urbanismo. Y es que el pozo no será visitable ni se habilitará su apertura al público debido a la imposibilidad de acceso en condiciones de seguridad.