Un nuevo vídeo publicado por el piragüista Rodrigo Cubelos saca los colores, por enésima vez, a los responsables del buen estado del río Tajo a su paso por Talavera de la Reina. En las rutas habituales del palista del Club de Piragüismo Talak y campeón del mundo en categoría juvenil su embarcación 'tropieza' con los restos de hormigón y acero que en su día formaron parte de las pilastras que sujetaban el puente atirantado de la ciudad, mientras se terminaba su construcción.
"Son armaduras de acero y hormigón porque quitaron los pilares a ras del agua pero lo que queda a diez centímetros por debajo es otra historia". Y es que parte de los restos de las obras que realizó Sacyr hace ya más de diez años permanecen bajo las aguas del Tajo.
"Lo preocupante se produce cuando el río, como ahora, no viene bajo porque esas armaduras...lo que pillen...una piragua, una pierna...lo atraviesan porque quedan a pocos centímetros de profundidad, justo el fondo de la piragua", alerta Cubelos quien explica que, de hecho, los deportistas evitan la zona. "Alguno ha roto parte de su piragua al dar con esa estructura".
Ya no son solo las espumas o las algas que los piragüistas vienen denunciando desde hace al menos dos años, el nuevo 'enemigo' es el monstruo de acero y hormigón que vive bajo las aguas del río. Es, dice Cubelos, "un grave problema más del Tajo que pone en peligro a piragüistas y usuarios del río constantemente, y esta vez no es culpa del trasvase...", en su perfil de Twitter.
El puente atirantado de Talavera mide más de 3,6 kilómetros y da nombre a la Ronda del Tajo construida como circunvalación para descongestionar el tráfico interno de la ciudad. L a constructora Sacyr explicó, en su momento, que el tablero del puente se apoyaría "provisionalmente" en "parejas de pilas de hormigón pilotadas en el cauce del río". Pero esas pilas no llegaron a eliminarse en su totalidad.