Remitimos una muestra del absoluto desprecio al río Tajo por parte del Ministerio de Agricultura Pesca Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) y del organismo autónomo encargado de velar por su salud, la Confederación Hidrográfica del Tajo.
Mientras a diario el río Tajo avergüenza a la Ciudad Patrimonio de la Humanidad de Toledo y a su ciudadanía con este abandono y el edor que desprende, la ministra se esfuerza por cerrar un Pacto Nacional por el Agua que no tiene por objeto ocuparse de esta calamidad de río, sino legitimar parlamentariamente la burla a la legislación europea y nacional por la que España está siendo reprobada como consecuencia de tantos incumplimentos ambientales.
España no necesita un pacto para seguir repartiendo territorialmente el agua a base de trocenar los ríos y convertirlos en escombrera líquida.
España, el Tajo y todos los ríos, lo que necesitan es cumplir la Directiva Marco del Agua (DMA) y no seguir buscando rufianes parlamentarios con los que respaldar estos canallescos atropellos.